¿INFLUYEN LOS INFLUENCERS?

Por: Rafael Pérez / Mayo 2021

Definición (hay muchas, pero tenemos esta): un influencer es una persona con credibilidad sobre un tema concreto y en una comunidad determinada que ha logrado destacar en los canales digitales.

La figura del influencer, que ha irrumpido con fuerza avasalladora en el mundo del marketing, es la más clara representación del cambio radical que se está dando en la relación de los consumidores con las marcas.

Las cifras son abrumadoras y difíciles de digerir, pero ahi están; entre 2016 y 2019 las inversiones en este muy particular tipo de marketing se incrementaron de 1,700 millones a 6,600 millones de dólares y durante 2020 superaron los 10,000. Se calcula que para el 2022 esta industria moverá más de 15,000 millones y para el 2024 serán alrededor de 23,000 millones de dólares, llegando a 36,800 millones en el 2027.

Frente a lo anterior pareciera ser que la solución de encontrar nuevos socios confiables y que generen un verdadero impacto positivo y medible en el negocio, pasa por buscar agencias que posean las siguientes características:

Nano influencers, microinfluencers, mid influencers, megainfluencers y celebrities, ya sea especializados en temas y nichos específicos o dedicados a algo más amplio como el “lifestyle”, permiten hoy hipersegmentar nuestros mercados y llegar con el mensaje y la credibilidad deseadas a un gran número de nuestros consumidores, leales y potenciales, enganchados emocionalmente con este o aquel influencer.

De esta manera, algo que comenzó de manera orgánica como tendencia, hoy con nuevos métodos de trackeo, fees variables por objetivos y otras estrategias para medir el ROI en leads,

interacciones, views, visitas y ventas, se ha puesto ya los pantalones largos y se está convirtiendo en una de las herramientas más poderosas del marketing del siglo XXI.

Ante todo lo anterior me atrevería a decir que la industria de los influencers está definitivamente influyendo en cómo se mueve y se moverá el mercado y el negocio en los próximos años y que, sin duda, si queremos mantener el ritmo, debemos comenzar sin tardanza a declinar muy seriamente el verbo influenciar.

Fuentes: Twitchadvertising, Satatista, Hivency, Artículo EAE, Socialpubli, Mediakix.

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